Durante 35 años, los reclusos de la prisión de Carson City, en Nevada, gestionaron su propio casino al que llamaron Bull Pen Casino.
Entre 1932 y 1967 un casino, estuvo en funcionamiento en la prisión estatal de Carson City, en el estado de Nevada. Era dirigido por los propios presos. Su nombre: Bull Pen Casino. Durante se incluía Blackjack, Dados, Poker y Apuestas Deportivas.
Durante estos años coexistió esta operación de juego dirigida por reclusos en un lugar donde regularmente el vicio está prohibido. De hecho, la prisión nunca recibió una licencia de juego, ni fue reconocida de ninguna manera por las autoridades de juego de Nevada. Más bien, el casino fue más o menos ignorado y tolerado.
Curiosamente, los reclusos que dirigían los juegos no toleraban las trampas o la mano dura por temor a que el alcalde los cerrara. Un porcentaje de la recaudación se depositaba en el fondo de bienestar de los reclusos.
Bull Pen el desconocido casino penitenciario
Para recordar, el 19 de marzo de 1931, el estado de Nevada legalizó el juego para tratar de sanear sus cuentas públicas gracias a los ingresos de los impuestos. Unos meses más tarde, las autoridades de la prisión de Carson City solicitaron una licencia de juego.
De hecho, aunque nunca fue concedida legalmente, ya que la Junta de Control de Juegos de Nevada obligaba a que los titulares de esas licencias no tuvieran antecedentes penales o estuvieran relacionadas con personas que hubieran tenido problemas con la justicia, en la prisión comenzó a funcionar un casino.
Por cierto, el Bull Pen Casino contaba con sus propias fichas «Nevada Estate Prison» de 5, 10, 25, y 50 centavos y de 1 y 5 dólares, fabricadas en metal en los talleres ocupacionales de la propia cárcel.
Como dato curioso, hoy en día estas fichas, son cotizadas como piezas de coleccionista que llegan a superar los $ 300.
Ahora bien, durante 35 años el casino funcionó con un horario de 8 a 15:30 de lunes a sábado y de 8 a 13:30 los domingos. Las ganancias, después de apartar una parte proporcional que se quedaba la prisión, se ingresaban en las cuentas de peculio de los reclusos. Los cuales podían hacer uso de ese dinero en el economato de la cárcel. Eso sí, cuando finalizaban la condena, las autoridades le abonaban lo ahorrado en metálico.
¿Por qué fue demolido?
En 1967, a consecuencia de un motín que se produjo en la prisión, el resto del país tuvo conocimiento de la existencia del casino.
Al respecto, Warden Carl Hocker, funcionario público que se ocupó de Carson City, declaró a los medios: «Creo que apostar en la cárcel es una degradación, y ciertamente no es constructivo. Estamos tratando de reemplazarlo con actividades constructivas y saludables que contribuyan a un estado mental decente y saludable». Como consecuencia clausuró el local.

Específicamente, en 1967 un proyecto de ley de la Legislatura estatal para prohibir los juegos en las prisiones fue derrotado en el Senado. Poco después, la Junta Estatal de Prisiones hizo uso de su autoridad para cerrar el casino. El edificio de piedra arenisca que albergaba el casino fue demolido.
Finalmente, a los reclusos se les proporcionaron otro tipo de diversiones. Por ejemplo, manualidades, ajedrez, voleibol, ping-pong y bridge.
Cierro con esta frase de Gines García Millán: «Nada es ilegal hasta que te cachan».